sábado, 29 de abril de 2017

Tema: Actividades diarias y recreativas.


Hasta aquí,  como habrás podido observar cada una de las recomendaciones realizadas han tenido el propósito de fortalecer tus hábitos de estudio, donde a través de cada una de las actividades realizadas también te han permitido aumentar el conjunto de técnicas y estrategias de aprendizaje que durante tu vida académica has podido aprender y desarrollar.

Sin embargo, es sumamente importante que puedas administrar el tiempo en actividades  que te permitan desarrollar habilidades físicas,  actividades que te permitan expresar sentimientos y fortalecer tus actitudes con la finalidad de mantenerte saludable, por lo que puedes tomar en cuenta lo siguiente:
La alimentación: una alimentación balanceada es crucial para preservar la salud y ayudar a reducir el estrés. El café, té, chocolate, refresco de cola, el azúcar y la sal, son los principales estimulantes que generan una reacción de estrés en el cuerpo, lo que  disminuye la tolerancia a éste, además de tener un efecto negativo en el sistema cardiovascular. Los siguientes alimentos son recomendables para una dieta balanceada, así como un soporte para el sistema inmunológico:
Granos integrales: trigo, arroz, avena, cebada, centeno, maíz.
Leguminosas: frijol de soya, alubias, habas, lentejas, garbanzos.
Frutas fresas  y vegetales: excelente fuente de vitaminas esenciales y fibras alimenticias.
El ejercicio: el ejercicio es la manera más lógica para disipar el exceso de energía. Salir a caminar, correr, andar en bicicleta o formar parte de un equipo deportivo, son formas de canalizar el estrés, puesto que el ejercicio en forma regular puede drenar  esta carga y mantener la situación bajo control. Es importante realizar ejercicio por lo menos tres veces a la semana de manera gradual con un mínimo de 30 minutos, el cuerpo se beneficia más con periodos cortos de ejercicio regular, ya que hacer demasiado al poco tiempo de haber iniciado una rutina puede provocar agotamiento físico o lesiones.
Los hábitos de descanso: cuando se está cansado es más difícil hacerle frente a las situaciones estresantes. La mayoría de las personas saben cuáles son sus requerimientos usuales de sueño (el promedio es de 7 a 8 horas). Además, dormir demasiado tiempo altera el ritmo corporal durante el día. Las siestas, por ejemplo, si son cortas,  pueden ayudar a minimizar la carga tensional de alguna actividad.
Evitar una vida sedentaria: visitar  museos, parques, toar clases de manualidades, salir a excursiones, formar parte de algún grupo, son un ejemplo de actividades fuera de la rutina de un individuo; esto proporciona descanso y una oportunidad para encargarse posteriormente de la situación con un mejor estado de ánimo.
Disminuir o eliminar adicciones: fumar es una de las causas más importantes de enfermedades y muertes a nivel mundial, contribuyendo al desarrollo de cáncer (especialmente en los pulmones y la vejiga), hipertensión, enfermedades  respiratorias y problemas cardiacos. De igual manera, el alcohol es otra droga popular, que usado en exceso puede tener consecuencias debilitantes para la salud física y mental.

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